la repercusión histórica de los derechos humanos
Los derechos humanos han tenido una historia muy prolongada desde el cilindro de Ciron, donde sus antecedentes históricos marcan un antes y un después para las civilizaciones. En el caso de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, creada después de las atrocidades dejadas por el holocausto, el mundo se puede decir que ‘evoluciono’ para el bien. Ese no es el caso, desde mi perspectiva.
Aunque exista un documento firmado y abalado por diversos países aceptando los derechos de cada persona, estos siguen siendo violados por gobiernos, individuos y organizaciones. Si mostrara todas las maneras en las que esto sucede, podría escribir un libro, más sin embargo, para muestra suficiente están las diversas dictaduras que existen hoy en día como en China, Venezuela, Corea del Norte, etc, o los derechos políticos y migratorios en Norte America o las miles de vidas pérdidas en la guerra contra el narco y los miles de feminicidios. El documento, en fin, no es más que un papel, y puede que eso sea todo lo que sea destinado a ser.
En 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos fue firmada por el organismo creado después de la segunda guerra mundial, la Organización de las Naciones Unidas. Este documento se vió necesario después de los estragos que causó el imperio Nazi en el mundo europeo, en específico hacia minorías. Este suceso es un antes y un después de lo que engloba la civilización como la conocemos hoy en día. Sin este documento, diversos más que nacieron de este nunca hubieran existido, las constituciones no se hubieran modificado y los derechos inalienables de ciudadanos de países no serían respetados. Sin embargo, la declaración no ha sido suficiente para poner un freno a todos los demás sucesos lamentables de este siglo, como lo son atentados terroristas, feminicidios, tráfico de humanos, inequidad social, etc.
Desde mi perspectiva, vertiendo a la rama del derecho, este papel fue vital para que las sociedades pudieran continuar evolucionando, pero hubieron predecesores históricos que también ayudaron a darle certificación a este papel, como son los derechos del trabajador firmado en 1840 a mitades de la revolución industrial. También se puede aludir a los derechos de propiedad privada otorgados en el imperio Napoleónico, y demás documentos y actas (como las de diversas independencias) que hicieron que los derechos, si bien no se respetarán, se reconocieran. Esto ha sido siempre un debate, desde los filósofos como Locke y Hobbes, que establecen las responsabilidades del gobierno para otorgar o reconocer los derechos.
Si se viaja tan solo un siglo atrás se pueden ver cómo en varias ocasiones, aun cuando existían estos derechos, los regímenes existentes deciden ignorarlos, y todo porque la ONU es un organismo no vinculante, algo que también repercute en el cambio climático, lo cual nos daña a todos. Desde la creación del estado de Israel hasta la caída del muro de Berlín, los derechos no son protegidos por regímenes autoritarios, si no abolidos, y es necesario poner un alto a esto.
En conclusión, la pelea por los derechos humanos comenzó con la declaración de hace casi cien años, pero todavía faltan décadas para que los derechos como tales se sigan. Tomen por ejemplo los derechos de los niños en países africanos trabajando en minas que ponen en riesgo su salud, el continuo rechazo hacia comunidades LGBT+, el racismo inmoderado traducido a presidentes con poder mundial, y una mujer desaparecida en México por día.